En un remoto pueblo, vivía un granjero llamado Pedro que tenía una vaca llamada Margarita. Margarita era una vaca muy peculiar, ya que, a diferencia de las demás vacas, no producía leche. Esto causaba gran curiosidad entre los habitantes del pueblo y muchos se preguntaban por qué la vaca no daba leche.
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El misterio de Margarita
Desde pequeña, Margarita siempre había sido diferente. Tenía un pelaje más brillante y reluciente que el resto de las vacas, y su mirada parecía transmitir sabiduría. A pesar de su singularidad, Pedro la cuidaba con amor y dedicación, sin importar que no fuera productiva como las demás vacas del lugar.