Había una vez en un pequeño pueblo, dos hermanitos llamados Hansel y Gretel. Vivían con su padre y su madrastra en una modesta casa a las afueras del bosque. La familia pasaba por tiempos difíciles y la madrastra, sintiendo que no tenían suficiente comida, ideó un plan malvado para deshacerse de los niños. Cierto día, los llevó al corazón del bosque con la excusa de recolectar moras, pero en realidad, planeaba abandonarlos y perderse en el espeso follaje para que nunca pudieran encontrar el camino de regreso.
¡Qué extraña coincidencia! Hansel, avispado como era, había traído migas de pan en un bolsillo y las iba dejando caer tras ellos mientras caminaban. Así, cuando cayó la noche y el oscuro manto cubrió el bosque, los niños siguieron el rastro de migas y lograron retornar a casa. La madrastra, furiosa al verlos, decidió llevarlos aún más adentro del bosque al día siguiente, planeando un nuevo destino para ellos.
La Segunda Perdición en el Bosque